Para muchas pequeñas empresas, competir en el entorno digital puede parecer una tarea imposible. Los presupuestos ajustados, la falta de tiempo y el desconocimiento técnico suelen ser obstáculos comunes. Sin embargo, para Marta y su empresa de asesoría financiera, el cambio llegó cuando decidió probar una nueva estrategia: la compra programática.
Una estrategia tradicional que ya no funcionaba
Durante años, Marta invirtió en medios locales: radio, folletos, e incluso pequeños anuncios en diarios impresos. Aunque generaban cierta visibilidad, los resultados no eran sostenibles. El costo por adquisición era alto y no lograba segmentar su audiencia.
«Estábamos hablando a todo el mundo, pero realmente no conectábamos con nadie», recuerda Marta. Fue entonces cuando una agencia digital le propuso un enfoque distinto, más preciso y medible: automatizar sus campañas publicitarias a través de plataformas programáticas.
La implementación: datos y objetivos claros
El primer paso fue definir el perfil de su cliente ideal: emprendedores, trabajadores independientes y pequeñas empresas en busca de asesoría contable. Luego, se configuraron las campañas para mostrar anuncios solo a usuarios que cumplieran con ciertos criterios de comportamiento e intereses.
Utilizando inteligencia artificial y datos en tiempo real, la plataforma elegía automáticamente los mejores espacios publicitarios. «Ya no estábamos gastando en impresiones al azar. Cada anuncio tenía un propósito y una audiencia definida», explica.
Resultados concretos en menos de 3 meses
En tan solo 10 semanas, el tráfico al sitio web de la empresa se duplicó. Pero lo más importante: los formularios de contacto se triplicaron. “Pasamos de recibir 8 a más de 25 consultas semanales. Y lo mejor es que eran prospectos calificados”, dice Marta.
Los anuncios programáticos se mostraban solo a personas que ya habían interactuado con contenido similar o buscaban servicios relacionados. Eso aumentó notablemente la tasa de conversión.
Una inversión eficiente para empresas pequeñas
Uno de los grandes mitos es que la compra programática solo es viable para grandes corporaciones. Este caso demuestra lo contrario. Con presupuestos ajustados y objetivos claros, una pyme puede lograr resultados sorprendentes.
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Lecciones aprendidas
La historia de Marta deja algunas enseñanzas clave para cualquier empresa que quiera mejorar su presencia online:
- Segmentar es fundamental: hablarle a todos es como no hablarle a nadie.
- La automatización ahorra tiempo y mejora resultados: dejar que la tecnología optimice la campaña en tiempo real es una gran ventaja.
- Medir todo: sin métricas claras es imposible saber qué funciona y qué no.
¿Tu empresa podría beneficiarse también?
La compra programática no es una moda pasajera. Es una evolución del marketing digital que ya está transformando cómo las marcas se conectan con sus audiencias. Y como demuestra este caso, no es necesario ser una gran empresa para aprovechar su potencial.
El momento de dar el paso es ahora. Evalúa tus objetivos, conoce a tu público y comienza a experimentar con campañas automatizadas. Los resultados pueden sorprenderte.